Víctima de mis propias trampas

Me he convertido en una víctima de mis propias trampas. Estoy pagando con creces por cada error. Hay alguien que me conoce más de lo que yo creía, y está haciendo pública mi vida privada. Hay alguien que está gritando mi miseria a los 4 vientos, y no tiene piedad. Como yo no la tuve a la hora de herir a los demás. Estoy pagando, y si bien estoy sufriendo, también estoy agradecida. Porque ya no me quedan ganas de lastimar gente después de esto. Porque ahora, espero que el arrepentimiento y todo lo que estoy pasando sean suficientes para empezar de nuevo sin cargar con los fantasmas del pasado, que hasta hoy no me dejan dormir. Siempre dicen que lo importante es arrepentirse... hoy estoy más arrepentida que nunca, pero sobretodo estoy dispuesta a hacer lo que sea para cambiar de vida y ser una mejor persona. Creo que ya he cumplido mi condena. Hoy solo pido un poco de paz.

Quien quiera que seas, ya aprendí la lección. No voy a volver a cometer los terribles errores que cometí en el pasado. No voy a volver a ser esa persona que fui. Por favor pido un poco de tranquilidad, ya no quiero que la gente me señale por la calle por algo que se dijo, que no es verdad. Ya aprendí lo que se siente ser ensuciada por una mentira, sentirse excluída. Pero dejame ahora que estoy arrepentida. Déjame antes de que mi sed de venganza le gane a mi bondad, y quiera volver a ser yo, quiera volver a ser la abeja reina. Déjame antes de que quiera volver a gobernar.